
Las arquitecturas cognitivas se utilizan en general para crear sistemas inteligentes que exhiben comportamientos similares a los de los humanos. La creación de tales estructuras se basa en diversos enfoques destinados a explicar el funcionamiento del cerebro humano, cuyo intento de describir los procesos “cognitivos” se realiza a través de teorías de percepción-acción encarnadas.
Estos procesos se denotan como las diferentes capacidades del ser humano para actuar en situaciones y eventos de la vida cotidiana, en particular, las acciones guiadas por motivaciones y emociones, planes y decisiones, con el fin de lograr metas bien establecidas o nuevas.
En base a esto, las arquitecturas cognitivas existentes proponen el uso de los enfoques antes mencionados que mimeticen la mente humana para desarrollar sistemas complejos e inteligentes. Además, intentan establecer una serie de requisitos y características que deben tener las arquitecturas cognitivas. Entonces, es probable que se utilicen para agentes inteligentes más “creíbles” o sistemas complejos que ayuden a los investigadores en sus estudios de la mente humana.
Sin embargo, la mayoría de las arquitecturas cognitivas sufren un serio problema de representación del conocimiento y, en consecuencia, esto limita los sistemas cognitivos. Así, el alcance de esta línea de investigación es el estudio y la creación de una Arquitectura Cognitiva basada en las áreas cerebrales y sus funciones tomadas de los resultados de las neurociencias. El supuesto que buscamos es que la neurociencia y la neurofisiología son las teorías fundamentales utilizadas para abordar el problema de la representación del conocimiento. En particular, los fundamentos biológicos se utilizan para explicar la construcción de sistemas cognitivos basados en la interacción de componentes.